Con la ceremonia del Solsticio dio inicio la “Campaña Mundo Maya 2012” en Benito Juárez donde el secretario del Ayuntamiento, Eduardo Galaviz Ibarra, encendió la antorcha del Fuego Nuevo para comenzar la cuenta regresiva en el calendario Haab Tun, con el objetivo reactivar la promoción turística y reincorporación de la etnia maya.
Galaviz Ibarra resaltó que con este evento simbólico comienzan a una serie de actividades programadas para 2012 con la finalidad de unirse en una sola idea y, de esta manera, renacer la cultura maya y su cosmogonía.
El encuentro arrancó a las 14 horas en las Ruinas del Rey de la zona de hoteles, donde el Instituto Municipal del Deporte que preside Miguel Moreno Gaffare, participó con un recorrido realizado por deportistas destacados y antorchistas, quienes se dirigieron al Kilómetro Cero del Boulevard Kukulcán.
Los mejores atletas de Benito Juárez recorrieron 20 kilómetros por el carril de “bajada” de la Zona Hotelera y fue precisamente Moreno Gaffare, quién se encargó de llevar la antorcha en el último relevo para después entregarla a los sacerdotes mayas.
El primer deportista que portó la antorcha con el Fuego Nuevo, fue Luis Pech, quien fue el mejor quintanarroense en el pasado Maratón Internacional de Cancún. “Esta flama simboliza una nueva era para todos”, dijo.
Por su parte, el director del Instituto Municipal de la Cultura y las Artes, Alejandro Ramos Hernández, señaló que existen muchos pueblos mayas que están olvidados por el hombre padeciendo carencias como energía eléctrica, sobre todo, en la zona de Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos.
“Es un acto de reflexión para que ese legado que dejaron los mayas sea respetado y recordado. Esperamos que el reencuentro sea una gran movilización mundial en contra de la discriminación, marginación, las guerras, por la felicidad, tranquilidad y paz entre los pueblos”, resaltó Ramos Hernández.
Kukulcán recibe las ofrendas de comida y de bebidas al quemarse siempre copal, hasta desaparecer; se enciende la lumbre nueva y comenzaban a quemar en muchas partes incienso hasta que Kukulcán, se iba a los cielos.
Este programa busca mantener identidad cultural y energética, conservar nuestras formas de ver el cosmos, centros ceremoniales; nuestra maneras de hablar y de pensar, sobre todo queremos hacer realidad la posibilidad de que, -donde sea que vivamos- seamos respetados, que no haya discriminación, violencia ni pobreza.
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